Sobre el anterior post, no voy a seguirlo porque vamos a hacer las mejoras mínimas ya que en tres meses nos mudamos.
Ahora que estoy en la recta final, hago balance de lo mucho que ha cambiado mi vida, de cuanto he llegado a madurar, de lo que han cambiado mis prioridades... y todo ha ocurrido en tan poco tiempo..
Recuerdo que hace dos años aun vivía con mis padres y llevaba una vida despreocupada, que se basaba básicamente en gastar dinero en un hobby que todo lo abarcaba ya que mi círculo de amigos también estaban metidos en ese mundillo y digo que no tenía preocupaciones porque así era, no tenía que hacer cuentas a principios de mes con los gastos de alquiler, luz, veterinarios... ni apuntar las comidas semanales para hacer la lista de la compra, atendiendo a que al menos dos veces por semana comamos pescado, legumbres, carnes y huebos...
Hay gente que opina que aun soy muy inmadura para ser madre... pero quien lo dice es porque realmente no me conoce, creo que me he demostrado a mi misma cuanto he cambiado y cuanto me esfuerzo por llegar a todo por Javi y por el pequeño dragón que crece en mi interior. He tenido momentos duros en el trabajo, pero me han servido para hacerme ver a mi misma hasta donde puedo llegar, aunque el dolor de espalda me matase y apenas reconociese mis pies de lo hinchados que estaban a final del día; apretaba los dientes y pensaba en que Gabriel merecía ese esfuerzo y más. Hace unos años no habría podido aguantar ni un minuto y habría desistido, pero ellos, mis dos chicos, me dan toda la fuerza que necesito.
Ahora ya estoy en la recta final del embarazo, apenas falta un mes y medio para ver su preciosa carita y se que van a haber momentos duros, ya que me he empeñado en matricularme de la mitad de asignaturas de un curso. Voy a sacarme esa carrera de Historia del Arte como que me llamo Laura y se que con la ayuda de Javi todo será posible. Se que puede parecer una locura asistir a clase de dos asignaturas con un bebé de tres meses, en plena lactancia, pero ahí estará su papi, que me acompañará a la universidad con Gabriel para que no pierda ninguna toma.
Afronto los cambios que estan por llegar con una ilusión que me llena de fuerza y disfruto de cada momento como si no hubiese un mañana. Me encanta escuchar música con Gabriel y notar sus movimientos al compás de mozart, Liza Gerard y mi propia voz cuando le canto esas canciones de Disney que tanto parecen gustarle y trato de transmitirle esa energía positiva para que ya desde el inicio de su existencia sea un niño feliz. Es increiblemente maravilloso cercionarse de que en breve seremos tres y en pocos años nos divertiremos juntos viajando, empapándonos de belleza y cultura.
Os dejo para finalizar una foto del bautizo del precioso niño de mi primo Jordi. Me veo como una bolita hinchada y se que voy a tener que aunar esfuerzos para recuperar mi figura y, porque no, mejorarla!
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